lunes, 10 de agosto de 2009


EN EL DÍA DE TU SANTO

Yo no puedo, hermosa mía,
del día de tu Santo olvidarme
Yo no puedo, amada mía,
en este día no felicitarte
Tampoco puedo dejar de amarte
Pero puedo imaginarte,
llorando en las esquinas a escondidas
Puedo besarte,
para curar tus heridas profundas y sentidas
No puedo soportar tus despedidas,
ni las lágrimas ardientes de tus ojos brillantes
que llevo conmigo y en la distancia,
hacen imposible que pueda olvidarte
Tampoco puedo dejar de mirarte,
para extasiado en el iris de tus ojos radiantes,
de mi alma bebas el amor constante
Pero sobre todo, no puedo dejar de hablarte,
para con el verso más tierno emocionarte
y decirte al oído susurrante,
que en esta vida, para mí,
tu eres lo más importante
Ceneme

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