jueves, 20 de agosto de 2009


CONCLUSIÓN

Y cuando el viento sopló,
en una tarde de estío.
Cuando la primavera reventó,
con todo su colorido.

Cuando las abejas liban,
los aromas de las flores.
Cuando los pájaros llevan,
alimento a sus amores.

Así también arde la sangre,
se agitan los corazones,
se forjan las ilusiones.

Así se empieza a jugar
y muy pronto la paloma,
el nido te hace buscar
Ceneme.- 30-05-09

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