domingo, 2 de agosto de 2009




LA EXISTENCIA

Borracho, tirado sobre el mostrador
Cuando las luces de la noche se apagaban
Y la aurora anunciaba con su luz un nuevo día
Oí una voz dentro de la taberna, gritar

¡Despertad amigos!, y llenad las copas
Antes que el licor de la vida en las copas se seque

Y cuando el gallo cantó
Los que estaban fuera de la taberna gritaron

¡Abrid las puertas! No sabéis el poco tiempo que nos queda
y una vez idos puede que no volvamos más.

Amigos míos, llenad las copas que alejan y disipan
Los temores de hoy de las angustias y sufrimientos de mañana,
Porque mañana puede que yo con vosotros
Estemos en la historia para siempre idos

Para los que hoy afanosamente se preparan
Y hacia un futuro ilusionados miran
Yo, un tonto, desde la oscuridad de mi torpe mente les pregunto;
¿Y la recompensa?¿Dónde está?

Ni aquí, ni allá
Ni cielos, ni infiernos
Ni dioses, ni diablos
Nada, para en el polvo con la Nada estar
Sin amigos, sin música y sin amor

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