jueves, 13 de agosto de 2009


EL TRABAJADOR

Reventado, hambriento, pero no muerto
Frío, pero con calor todavía en el cuerpo
Contra el viento del Norte, caminando exhausto
Buscando descanso en algún remanso

Dejar atrás el maldito sufrimiento
Los malos tratos, hasta el agotamiento
Sabiendo que había superado
Lo que otro no haría en mi puesto

Hoy he subido a la montaña
Sabiendo que esforzado me he
Otros conseguirán mañana
Superar la cima que alcancé

Amargo fue mi comida y mi reposo
Clara y sobria la voz del pájaro
Cantando a todos los que dieron sus vidas
A la libertad, al esfuerzo y el trabajo

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