jueves, 13 de agosto de 2009


COMPORTAMIENTO HUMANO
Los obreros somos empresarios sin dinero, ni preparación. Fijaos que pronto cambiamos cuando la fortuna nos sonríe y nos convertimos en pequeños empresarios. ¿Quién pudiendo vivir en un hermoso jardín y una casa bien cuidada, se permite vivir rodeado de suciedad e inmundicia? Son este tipo de empresarios los mayores azotes y más duros látigos para los desgraciados que caen en sus garras. Aquí el aserto “no sirvas a quien sirvió, ni robes a quien robó”, se convierte en realidad. La diferencia entre el obrero y el empresario es muy simple. El primero recibe un poco de uno, el segundo un poco de muchos, cuantos más mejor. Un poco de muchos es mucho para uno. En esto reside el capital.
La hacienda del pueblo debería ser administrada con la misma o todavía más rigurosa pulcritud y austeridad que la propia hacienda particular del administrador. Deberían conocerse los antecedentes personales y el juicio equilibrado del que ponemos a administrar el dinero de todos. La sobriedad, rectitud, pulcritud, honestidad y sabiduría deberían ser las características del candidato.
La ruina de los pueblos son los dirigentes oportunistas, sin preparación ni principios, viciosos y famélicos, incapaces de retener sus apetitos desmedidos hasta que se atracan con la tarta.
¿Qué han hecho en nuestra historia reciente nuestros desnutridos y descamisados gobernantes?¿No hemos tenido que enseñarles a hacer los nudos de corbata y comprado sus trajes de fiesta para que pudieran asistir a los festines?¿Con qué han pagado la ilusión de un pueblo que quería ser honrado? 100 años de honradez, nos vendieron. 10 años de robos nos dieron. ¿Caerá el pueblo español en la ignorancia de votar a los marineros otra vez para dirigir el barco? Una cosa es criticar al capitán por sus métodos de pesca y otra cosa es dirigir el barco a donde está la pesca.
No puede haber pensamientos honestos en los estómagos vacíos. Lo primero que se hace es asegurar la supervivencia, a partir de ahí, se puede empezar a pensar honorablemente.
¿Cuántas veces la conducta humana niega lo que estaría bien hacer? ¿Cuántas veces los antagonistas políticos se oponen a iniciativas, solo para que sus contrarios no acierten?¿Por qué cuando una solución a un problema se encuentra acertada, no se aplaude? La malevolencia y la envidia corroen el corazón de los intereses partidistas, viendo solamente el beneficio particular, sin contemplar el bien colectivo.
No cabe duda que somos la consecuencia de las decisiones que tomamos desde que nacemos hasta el momento actual. Un porcentaje muy elevado de estas decisiones, se toman inconscientemente. ¿Cómo se toma una decisión y cual es la mejor decisión? Preguntas que deberíamos saber contestar todos, especialmente los que tienen que tomar decisiones que afectan a gran número de población e intereses. Una decisión se toma después de reunir toda la información posible sobre lo que se debe o no hacer, siendo la mejor decisión aquella que es mejor para el país y para sus ciudadanos, para la empresa y los trabajadores, para la hacienda y los que viven en ella.
Una mentira por muchas veces que se repita nunca podrá ser una verdad, puede que la falta de información nos lleve al error momentáneo de creer lo que nos dicen como cierto, pero el tiempo es inexorable y mostrará con claridad el engaño.Los gobiernos deberían ser muy cuidadosos con los premios y medallas que conceden, añadiendo valor a los galardones cuando los premiados se reconocen merecedores de la distinción y devalúan los premios cuando se los conceden a cualquiera

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