LOS PARÁSITOS DEL ALMA
Dondequiera que voy encuentro santos
A todos los que suben la montaña de la vida
Cuidar que no haya en vuestras ropas parásitos
Araganes rastreros que vivan de vuestra comida
Se situan en vuestra aflicción y descontento
En vuestro sudor construyen su repugnante nido
La especie más alta alimenta el más bajo aliento
El alma es la gran dama que cambia de vestido
El alma pone y quiere poseer el deseo
Construye su Dios amándose a si misma
La locura conduce el alma al desasosiego
Tiembla al sucumbir su más alta estima
Dondequiera que voy encuentro santos
A todos los que suben la montaña de la vida
Cuidar que no haya en vuestras ropas parásitos
Araganes rastreros que vivan de vuestra comida
Se situan en vuestra aflicción y descontento
En vuestro sudor construyen su repugnante nido
La especie más alta alimenta el más bajo aliento
El alma es la gran dama que cambia de vestido
El alma pone y quiere poseer el deseo
Construye su Dios amándose a si misma
La locura conduce el alma al desasosiego
Tiembla al sucumbir su más alta estima
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