sábado, 19 de junio de 2010


A LOS QUE TODO LO SABEN

He salido de la casa de los sabios dando un portazo
Largo tiempo a su lado mi alma hambrienta
Amo la libertad y la tierra trabajada, fresca
Necesito salir de ese cuadro de un plumazo

Los sabios se sientan a la sombra
No les gusta el sol de los caldeos
No vierten por las calles sus babeos
Son sacos de harina que dejan sobras

Me horripilan sus sentencias y sus verdades
Su sabiduría huele como si saliera de un pantano
De sus falacias se ríe hasta el banano más enano
Sus virtudes me contrarían más que sus falsedades

Tejen y anudan los hilos del espíritu sin pudor
Son buenos relojes que señalan la hora sin fallar
Acechan a quienes la ciencia cojea y hacen callar
Saben jugar con los dados falsos y el honor

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