ESA QUE CAMINA CONMIGO

Yo no ando en busca de la felicidad
Ella se adhiere a mí como la mantequilla
Me sucede como a todos los frutos, en realidad
Que al madurar su piel torna amarilla

Yo que derrocho lo que recibo con mil manos
Yo que no quiero ofrendas ni sacrificios
Yo que deseo el bienestar de los humanos
Yo que he realizado mil tareas y oficios

Yo que he arrojado al mar de los hombres mis redes
Yo que he visto morder a muchos mi oculto anzuelo
Yo que he sido franco en los negocios, sin enredos
Yo que he dejado para otros al fuego mi puchero

Estoy agradecido a mi destino
Ése que no me empuja ni tiene prisa
Ése que a las amarillas hojas sirve vino
Ése que en la vejez disfruta del buen humor y de la risa