Caminaba tan hermosa
como la noche
En cielos
estrellados, tiempo de verano
Sus ojos dos luceros,
un guante en una mano
Sus pasos dirigidos
hacia el lujoso coche
Una sombra más, tal
vez un rayo menos
Ocultando la mitad de
su gracia
Su pelo ondeando
lleno de magia
Sus pechos en punta
luciendo llenos
Pero en su mejilla y
sobre su frente
Tan suave, tan en
calma, tan elocuente
Con sonrisa que gana,
indiferente
Que hablaba de días
de gloria diferentes
Miguel
Correa.-19-10-2013
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