miércoles, 2 de septiembre de 2009


SENTIR, VIVIR

Dejadme sentir ante que mirar u oír
Sentir la mano suave de la amada
Sentir su caricia sobre mi espalda
Sentir su perfume que me embriaga
Sentir sus besos por la mañana
Sentir su sonrisa tierna y callada
Sentir el mensaje de su mirada
Sentir las emociones que me embargan
Sentir que los deseos y ansias se apagan


Sentir la brisa de la mar en calma
Sentir el silencio donde el espíritu descansa
Sentir el agua limpia que me baña
Sentir la energía que el sol me regala
Sentir el amigo que conmigo viaja
Sentir el ángel que del mal me aparta
Sentir la luz que ilumina mi alma
Y sentir finalmente que los sentimientos mandan

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