Háblame, Dios mío,
háblame
De toda la
humanidad
De todos los seres
humanos
Que has enterrado
ya
En el pozo de los
tiempos
Y que nunca
volverán
Háblame, Dios mío,
háblame
De eses locos
humanos
Que pronto
desterrarás
Que juegan a ser
los dueños
De lo que nunca
tendrán
Pues siendo
formados de tierra
A la tierra
volverán
Háblame de los que
sueñan
Amar a la
humanidad
De todos los seres
buenos
Que derrochan su
bondad
Ayudando a los que
pueden
Olvidando a los
demás
No me hables de
las guerras
Ni de su
brutalidad
De tanta belleza
muerta
Que se podría
evitar
Si la ambición de
los hombres
Pudiera
convertirse en pan
Para alimentar al
mundo
Y calmar su
necesidad
Céneme- 12-09-2014
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