Dormir, ¡oh! dormir,
el gozo en el hogar materno
El lugar donde se
nutren los sueños, el bálsamo de la pena
La riqueza del hombre
pobre, la libertad sin cadena
El juez indiferente
entre el mismo cielo y el infierno
Siendo todo una
prueba, protégeme de lo que me oprime
De esos fieros dardos
que la desesperación me arroja
Elimina en mí esas
guerras civiles donde la ira se aloja
Y deja que se laven
en el agua que el amor suprime
Lleva de mí las
suaves almohadas, la cama más blanda
Y la habitación sorda
al ruido y ciega a la luz
Una guirnalda de
rosas frescas y una cabeza cansada
Y en estas cosas,
siendo tuyo mi cuerpo por derecho
No muevas tu pesada
gracia, que tienes sobre mí
Siendo la venturosa paz del sueño un hecho
Miguel Correa.-17-03-2013
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