jueves, 24 de abril de 2014



OTHELLO.- ESCENA III
Hay un pasaje en la escena tercera de Othello que habla sobre el honor y que considero preciosa, es cuando Iago habla a Othello y dice:
El buen nombre en el hombre y la mujer, querido señor
Es la joya más preciada de sus almas
El que roba mi monedero roba basura; es algo, nada
Era mío, es de él, y ha sido esclavo de miles;
Pero el que difama el buen nombre mío
Me roba algo que a él no enriquece
Y a mí me empobrece de verdad.

Habla Iago, que trata de despertar los celos de Othello:
Oh, cuidado, mi señor con los celos
Es el monstruo de ojos verdes, que se burla
De la carne con que se alimenta, ese viejo cuco vive feliz
Quien, seguro de su destino, no ama a quien le engaña
Pero, oh, que condenados minutos  nos cuenta
Quien chochea, sin embargo duda, sospecha, no obstante ama fuertemente

Habla Othello de la infidelidad de Desdemona

¿Qué sabía yo de sus horas robadas de lujuria?
Yo no lo vi, no lo pensé, no me hizo daño
Yo dormí bien la noche siguiente, era libre y feliz
Yo no encontré  los besos de Cassio en sus labios
El que es robado, no necesitando lo que le roban
No le hagas saber, que está siendo robado

Habla Emilia a Desdemona

No es un año o dos los que nos muestran un hombre
No son sino estómagos, y nosotras solo comida
Ellos nos devoran y cuando están repletos
Nos vomitan-mira- Cassio y mi esposo

Los clásicos son clásicos porque están vigentes siempre

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