miércoles, 24 de octubre de 2012

LA NUBE Y EL SOL



LA NUBE Y EL SOL

Muchas mañanas gloriosas he presenciado
Adornar las montañas con ojos soberanos
Besando con dorados labios los verdes prados
Coloreando los pálidos arroyos con celestial cuidado

No permitiendo a la más baja nube llevar
Sombras de tormenta en su cara celestial
En su blanca aureola de pureza sin igual
Mundos desconocidos en su rostro ocultar

Aún así, mi sol una mañana temprano brilló
Con todo su alegre esplendor sobre mi frente
Siendo para mí, su brillo del todo diferente

Una nube local lo había ocultado de mí
Los soles del mundo todos pueden mancharse
Y con una nube del cielo su rostro ensuciarse

Miguel Correa.- 16-10-2012

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