La aurora de rosado
colorido se despierta
Los rayos de sol
caminan a mi encuentro
En las ondas marinas remolino
siniestro
La sirena se mueve
dormida en cubierta
De blanca espuma sus
largos cabellos
Hacia la playa
caminan en la suave brisa
Ondulante y graciosa,
sin ninguna prisa
Hacen guiño a los
dioses sus ojos bellos
Mis labios agrietan el
viento marinero
La blanca gaviota
levanta el vuelo
Ella y el mar, un espejo del cielo
Si la veis por el
mar, amados compañeros
Decidle que la espero
que sin ella muero
No encuentro
descanso, no hallo consuelo
Miguel Correa
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