Amiga mía, ¿estás
penando?
Sin dejar la
dorada tumba
Con tus frescos
pensamientos peleando
Cuando tu joven corazón, viejo sucumba
Se hará ante tal
realidad más frío
Poco a poco sin
reservar un respiro
Cuando tu
pensamiento no sea el mío
Ni tu dulce
suspiro no sea mi suspiro
No importando el
nombre del niño
Las tristezas de
los jóvenes son lo mismo
Ni ojos para ver,
ni mente que soñó
Lo que el corazón
oyó, el espíritu imaginó
Es el secreto para
el que nació el hombre
Amiga mía, ¿será
lo que tu alma adivinó?
No hay comentarios:
Publicar un comentario