¡OJALÁ!
Ojalá que primero
ames
Y que amando también
seas amado
Y que, de no ser así,
seas breve en olvidar
Y que después de
olvidar, dejes el odio arrinconado
Ojalá sea así, pero
si no es
No te sientas
desesperado
Ojalá también tengas
amigos
Y aunque sean malos e
inconscientes
Sean valientes y
fieles, y que por lo menos
Puedas en algunos
confiar aunque no sean competentes
Y porque la vida es
así,
Ojalá también tengas
enemigos
Ni
muchos ni pocos, en su justa medida
Para que algunas
veces, sean testigos
De tus propias
rarezas y entre ellos
Encuentres algunos
pobres y mendigos
Para que no te
sientas en exceso seguro
Ojalá además, seas
útil
Pero no insustituible
Y que en momentos
malos
Cuando todo te
parezca terrible
Esa utilidad sea
suficiente
Para mantenerte libre
Ojalá seas igualmente
tolerante
No con los que se
equivocan poco,
Porque eso es fácil,
sino con los que,
Se equivocan mucho,
pareciendo locos
Y que haciendo buen
uso de tu tolerancia
Seas ejemplo que
sirva a otros
Ojalá que siendo
joven
No madures demasiado
de prisa
Y que ya maduro, no
insistas en rejuvenecer
Y que siendo viejo
disfrutes de la risa
Porque cada edad
tiene su placer
Y que su dolor
parecerá suave brisa
Que fluye y se
desliza con el saber
Ojalá de paso, que
estés triste,
No todo el año, sino
apenas un día
Pero que en ese día
descubras
Que la risa diaria es
buena compañía
Pero la risa habitual
es mentira
Y la risa constante,
una hipocresía
Ojalá descubras
Con urgencia máxima
Por encima y a pesar
de todo
Seres que dan lástima
Seres infelices y oprimidos
Ojalá acaricies un
perro
Alimentes un pájaro
Escuches del jilguero
su canto matinal
Llenes de agua tu
cántaro
Y sacies de alguno
la sed celestial
Ojalá que también plantes una semilla
Por más
insignificante que sea
Y la acompañes en su
crecimiento
Para que descubras
como la vida balancea
El árbol, ayer
débile y hoy fuerte
Ojalá que además tengas
dinero
Porque es necesario
ser práctico
Y que por lo menos
una vez por año
Puedas con el dinero parecer
simpático
Diciendo: “este
dinero es mío”
Siempre con aire
diplomático
Dejando claro quien
es el dueño
Ojalá también
Que ninguno de tus
seres queridos muera
Pero si muere alguno
Puedas llorar tus
penas fuera
No siendo tú penar
inoportuno
Ojalá por fin
Que siendo hombre,
tengas una buena mujer
Y que siendo mujer,
tengas un buen hombre
El uno y el otro en
la noche se esconden
Cansados y sonrientes podais de gozo gritar
¡El amor es bueno,
hay que disfrutar!
Miguel Correa-
25-04-2013