En los viejos tiempos,
lo negro no se consideraba hermoso
O si lo era, no
llevaba el nombre de hermoso
Pero el negro es
ahora el heredero precioso
La belleza calumniada
con el silencio torpe, vergonzoso
Si la mano ha puesto
el poder de la naturaleza
Haciendo bello lo feo
con el arte de la falsedad
La belleza no tiene
nombre, ni sagrada santidad
Pero es profanada o
vive oculta en fortaleza
Pues los ojos de mi
dueña, como el azabache negros
Son de mirada
perfectos y parecen llevar luto
Para quienes habiendo
nacido bellos, parecen cuervos
Difamando la creación
quien disimula su aprecio
Haciendo que lloren,
convirtiendo su pena en algo doloroso
Que todas las lenguas
dicen, una belleza tal no tiene precio
Miguel
Correa-3-12-2012
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