Tus ojos adoro y
ellos sienten pena por mí
Sabiendo que me
atormentas con desdenes
Se han puesto negros,
y penando están así
Mirando con compasión
mis desazones
Ciertamente ni el sol
de la mañana en el cielo
Antes eran las
mejillas grises del este
Ni esa estrella plena
que brilla en alto vuelo
Debe la mitad de su
gloria al sobrio oeste
Y eses dos ojos en
pena se hacen míos
Deja que también
satisfagan a tu corazón
Para que penen por
mí, sabiendo que son píos
Y va bien a tu pena
como en cualquier parte
Entonces juraré, que
la belleza en si es negra
Despreciándote todos,
envidian de tu cara el arte
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