domingo, 4 de marzo de 2012




UNA INTERPRETACIÓN DE LA CREACIÓN DE LAS GALAXIAS Y UN ACERCAMIENTO A LA POSIBLE COMPRENSIÓN DE LA FORMACIÓN DE NUESTRO SISTEMA SOLAR.
En la explicación que el reverendo Evans hace al describir la creación de una supernova que ha podido observar, desde donde vive en el oeste de Sydney, Australia, con su telescopio que tiene que trasladar hasta la terraza y que apunta como un cañón al cielo, me lleva a pensar que nuestra galaxia pudo haberse creado de la misma manera, es decir una super estrella, mucho mayor que nuestro sol que en un momento determinado se colapsó y explotó, liberando en un instante millones de soles, ardiendo con mayor intensidad durante un periodo que, las otras estrellas de esa galaxia. El termino supernova lo acuñó un astrofísico nacido en Bulgaria, de nombre Zwicky, en la década de los treinta.
En la descripción que Steven Weinberg hace en su libro “Los tres primeros minutos del Universo”, nos dice, que en esos tres minutos después del Big-Bang, el Universo se hizo opaco y la temperatura se elevó hasta 12 millones de grados Kelvin (-273,16 ºC) y no fue hasta que la temperatura del Universo descendió a 3 mil grados Kelvin que los átomos empezaron a formarse y agruparse. Pudiera ser que alguna de esas estrellas al enfriarse pasaran a convertirse en planetas con un núcleo incandescente y que por magnetismo o por la fuerza gravitatoria fueran atrapando polvo cósmico en torno de ese núcleo incandescente formando el manto que cubre los planetas. Ocurriría algo así como cuando se produce una floculación, donde una carga catiónica atrapa los iones que puede haber en el agua, haciéndolos decantar por su peso y por lo tanto contribuyendo a la limpieza de la misma. De forma parecida debió realizarse la limpieza del Universo para que ahora lo veamos tan claro. La Tierra no es un planeta frío, lo sabemos por las erupciones volcánicas que deben ser los restos de energía de esa estrella que se está enfriando, pero lo que no sabemos es si el núcleo incandescente del centro de la tierra ha disminuido en el tiempo, si se mantiene igual o si su diámetro está en crecimiento. Me inclino a pensar que la materia tiende a enfriarse, por la razón de que ha venido enfriándose desde su misma explosión y por lo tanto el manto terrestre irá reduciendo el núcleo de magma hasta su extinción en el tiempo.
Esta conclusión a la que llego, no es una conclusión experimentada y probada, sino fruto de un razonamiento entre lo leído y lo meditado, lo comprendido y lo razonado, al igual que hacían los filósofos griegos y como ellos se equivocaron tantas veces, yo también puedo estar del todo equivocado en este razonamiento.
Nuestras vidas son tan efímeras en el tiempo  cósmico que cuando empezamos a comprender algo, estamos muriendo.
Con mis respetos por el atrevimiento y mis disculpas a la comunidad científica..
Miguel Correa- 3-03-2012

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