EL PODER DEL FUERTE
No van a la guerra los que mandan
Ellos nunca son sacrificados
Mandan a los hijos del estado
Ellos en el café cómodamente sentados
He sido joven, ahora me defiendo
He visto a los justos muchas veces
Con promesas y con premios, engañados
Su salud y su honra pisoteadas
He visto un país verde organizado
Por las garras del león ser destrozado
Con mentiras, con engaños, jóvenes sacrificados
Con la bandera robar para los mismos amos
Pobre suerte la de los jóvenes afganos
Por todas las ideologías saqueados
Y en nombre de un fanatismo ciego
Por el yugo de la fuerza esclavizados
Di lo que quieras, ningún Dios oye
Estas desilusiones prueban tu realidad
Deja que la humanidad se desarrolle
Donde haya virtud, esperanza y caridad
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