MUERTE
ANUNCIADA
Era un buen
hombre, ganaba buen dinero
Vendiendo pescado,
siempre al por mayor
Fuerte,
moreno, su aspecto no podía ser mejor
Pero eso no
bastaba, eso no era lo primero
Tenía el motor
por la vida muy gastado
Los excesos
no eran buenos para su corazón
Los médicos le
decían que anduviera con cuidado
Pero él
vivía despreocupado, los médicos no tenían razón
Fue un día
de semana, en el mortuorio lo encontré
Parecía estar
dormido, parecía que iba a ponerse en pie
Pero era una
ilusión mía y nunca supe porqué
Todos sus
dineros alegremente se malgastaron
Por quienes
nunca supieron de administración
Es muy fácil
gastar lo que otros consiguieron
No hay comentarios:
Publicar un comentario