Aquí yace una cabeza
sobre la tierra
Una juventud para la
Fama desconocida
Su humilde cuna lo
dejó en la sierra
Y la melancolía nunca
fue bien recibida
Grande fue su botín y
su alma sincera
Los cielos le
enviaron una gran recompensa
Él dio a la pobreza
todo lo que tenía, la espera
Él ganó de los cielos
un amigo, una promesa
No busquemos más
descubrir los méritos
Ni buscar las
debilidades por su temor hechos
Allí todos los
enterrados en tiempos pretéritos
El pecho de su padre
y de su Dios maltrechos
Miguel
Correa.-13-08-2013
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