¡Que feliz vagaba de campo en campo!
Y probaba toda la belleza del verano
Hasta que el príncipe del amor cogió su mano
Y en los rayos del sol la envolvió y amó
Él ofreció lirios para su frondoso pelo
Una guirnalda de rosas para su frente
La condujo por sus bellos jardines de Oriente
Donde el cuerpo se cuida cual terciopelo
Con el rocío del campo sus alas se mojaron
Y Afrodita arrojó su furia por la boca
La envolvió en su sedosa red, se volvió loca
Y en reluciente jaula de oro la encerraron
Le encantaba sentarse y oírla cantar
Después sonreía y jugaba con ella
Su ala al sol secaba y relucía bella
La libertad perdida no
la pudo hallar
Miguel Correa-19-08-2013
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