Burlona y
lisonjera la graciosa dama
Segura estaba
en su guarida ilesa
Espera el
acosador porque la sabe presa
Con dulces
palabras la encandila y llama
Pero si
engañada sale a su encuentro
Lejos de su
guarida, sombra protectora
Sufrimiento y
dolor para el que la adora
Entre el
amanecer y anochecer siniestro
Así oculta
del amor vive escondida
Se burla del
dolor con sus razones
Viviendo sin
sufrir tantos rigores
Debe ser
astuta la que se sabe perseguida
No dejarse
arrastrar por las pasiones
Librándose del
miedo y los temores
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