EL FUTURO DE ESPAÑA
Cuando los escenarios mundiales están cambiando y nos
encontramos integrados en una situación de economía global, donde la
circulación de capitales está permitida, el país que se dé cuanta de esta
situación y ame verdaderamente a su gente, tiene que adoptar lo antes posible
las medidas para la preparación de sus jóvenes en el nuevo escenario.
Las mercancías van y están ya circulando por todas las
partes y necesitamos conocer en profundidad todos los procedimientos que
permitan la libre circulación. Necesitamos conocer la cultura y la lengua de
esos países con los que queremos mantener relaciones comerciales. Necesitamos
conocer al dedillo todas las nuevas tecnologías ofimáticas. Cursos especiales
de matemáticas comerciales e impuestos y es absolutamente imprescindible formar
a los jóvenes en ser ciudadanos del mundo y por lo tanto a no ser nacionalistas,
con una buena formación en relaciones
humanas.
Las carreras técnicas tendremos que seguir desarrollándolas
en un escenario teórico práctico, prestando especial interés a la
Investigación, Desarrollo e Innovación.
En España es muy difícil que lo consigamos, ya que nuestros
políticos están enfrascados en luchas intestinales de regionalismos
independentistas, sin determinar a esta altura de la historia si quieren ser
españoles, vascos, catalanes o gallegos, sin darse cuenta que cuanto más grande
sea el paraguas mejor para todos. Los españoles todavía tenemos que decidir que
tipo de país queremos y estamos perdiendo en esto mucho tiempo y esfuerzo. Un
país tan pequeño como España, no debe tener tantos presidentes. Estados Unidos
con 50 estados y 320 millones de seres humanos solamente tienen uno, los demás
son gobernadores y la unión del país es indivisible e incuestionable, defendido
por una Constitución inquebrantable. Una sola lengua y forma de entenderse es
lo que ayudó a la formación del Imperio Romano. España continuará con un
retraso de muchos años debido a que nuestros políticos solamente ven el ombligo
de su partido y verdaderamente se han olvidado del pueblo y del país.
Necesitamos políticos de visión futura que sepan muy bien conducir este barco
que se llama España a las playas del progreso y desarrollo mundial. Hay que
llegar a un acuerdo global para reducir el gasto de administraciones políticas,
con un solo presidente y representantes en igual número para cada comunidad con
objeto de que puedan discutirse en igualdad de condiciones todos los problemas
que surjan, en una consecución clara de amor al país y a los ciudadanos,
logrando una mejora continua en su evolución y desarrollo que sitúe España
entre los país más avanzados del mundo.
Miguel Correa- 29-07-2013