Y LLEGÓ LA JUBILACIÓN
He levantado los
ojos del camino
Para mirar a la
insondable lejanía
Sin darme cuenta
que como un peregrino
He perdido el
tiempo que tenía
He estado ciego
por buscar el oro
Subir a la montaña
más alta
Sin darme cuenta
que el único tesoro
Es el tiempo por
vivir que falta
Ya no hay tiempo
para los mediocres
Ni para los
individuos envidiosos
Ni para los que
caminan presurosos
En busca de la
gloria o el progreso
Quiero beber el
zumo de la fruta más madura
Saborear la miel
del tiempo gota a gota
Quiero lamente
inteligente y pura
No la fantasía y
el pavoneo del idiota
Quiero explorar la
frontera silenciosa de mi alma
Sentir como se
desliza el tiempo en calma
Ver la compasión en
la mirada de los hombres
Y siendo pobre, no
sentirme pobre entre los hombres
CENEME-